Partida de un prestigioso humboldtiano. Deceso de David Sobrevilla Alcázar

Con mucho pesar me veo obligado a informar, a quienes no lo hayan sabido ya por los medios de comunicación[1], que el pasado 18 de agosto dejó de existir nuestro colega David Sobrevilla Alcázar, prestigioso humboldtiano, víctima de una penosa enfermedad. Tenía 75 años de edad. No solo la comunidad humboldtiana, sino la comunidad filosófica internacional ha perdido a uno de sus más eminentes representantes.

 

David Sobrevilla nació en Huánuco, en la sierra central del Perú, en 1938. Hizo sus estudios universitarios en Filosofía y Derecho en la Pontificia Universidad Católica del Perú y en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Viajó luego a Alemania con una beca del DAAD y obtuvo allí su doctorado en Filosofía en la Universidad de Tübingen, en 1970.

 

De vuelta al Perú se integró al cuerpo docente en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de San Marcos, formando parte de una muy prestigiosa generación de filósofos sanmarquinos, entre los que se cuentan Augusto Salazar Bondy, Juan Bautista Ferro, Walter Peñaloza, José Russo Delgado y Francisco Miro Quesada Cantuarias. Mantuvo con todos ellos un fructífero intercambio de ideas y contribuyó en gran medida al estudio de la filosofía peruana y latinoamericana.

 

En 1979 obtuvo la beca de la Fundación Alexander von Humboldt, gracias a la cual gozó de una estancia de investigación en la Universidad de Tübingen bajo la dirección del ilustre especialista en Estética, el profesor Dieter Jähnig. Mantuvo desde entonces una estrecha vinculación con la Fundación Humboldt, siendo un ejemplo viviente del lema que expresa el espíritu de dicha fundación: “Einmal Humboldtianer, immer Humboldtianer” (“Una vez humboldtiano, siempre humboldtiano”). Volvería por eso en diversas ocasiones a Alemania a actualizar su formación y a pasar nuevas estancias de investigación.

 

Sobrevilla fue autor de una obra abundante, dedicada tanto a la difusión de la filosofía alemana, en particular de la Estética, como al estudio de la historia de las ideas en el Perú y en Iberoamérica. Entre sus obras más destacadas se encuentran: Repensando la tradición occidental (1986); Repensando la tradición nacional. Estudios sobre la filosofía reciente en el Perú (1988); César Vallejo. Poeta nacional y universal (1994); La filosofía contemporánea en el Perú (1996); Repensando la tradición de nuestra América (1999); Basadre, ese desconocido (2004); Estudios kantianos (2006); Estética de la antigüedad occidental (2010); El marxismo de Mariátegui y su aplicación a los 7 Ensayos (2005); Escritos mariateguianos. Artículos y reseñas en torno a José Carlos Mariátegui y su obra (2012); La filosofía del derecho en el Perú (2013).

 

Por muchos años, fue un gran promotor de la actividad filosófica y los debates culturales en el Perú. Organizó numerosos coloquios y congresos nacionales e internacionales e invitó a muchos intelectuales de renombre, con quienes mantenía relaciones de colegialidad. Participó por eso igualmente en muchas sociedades internacionales de Filosofía, en particular en el proyecto de la Enciclopedia Iberoamericana de Filosofía y en múltiples comités científicos de revistas especializadas y sociedades académicas.

 

Su partida prematura es una pérdida lamentable para la filosofía y la cultura del Perú y América Latina. Lo es asimismo para la comunidad humboldtiana de la región.

 

Miguel Giusti

Presidente del Humboldt Club del Perú



[1] Tanto el doctor Francisco Miró Quesada Cantuarias (patriarca de la filosofía peruana), como el doctor Miguel Giusti (presidente del Humboldt Club del Perú) han publicado artículos conmemorativos en el diario El Comercio: cf. http://elcomercio.pe/opinion/columnistas/david-sobrevilla-gran-pensador-francisco-miro-quesada-c-noticia-1751556, y

http://elcomercio.pe/opinion/colaboradores/herencia-david-sobrevilla-miguel-giusti-noticia-1753129